En un bosque mágico se celebraba el día de los artefactos prodigiosos. Se trataba de que cualquier criatura presentara un objeto con magia o que hiciera algo especial y el mejor objeto ganaba.
El duende Mike, para esta
ocasión, había traído un reloj muy especial; este artefacto además de marcar la
ubicación de un gran tesoro, podía trasformar a cualquier criatura en un
animal.
La competencia comenzó. A la
hora de presentar los artefactos, el duende Mike encendió su reloj; cuando iba
a presionar el botón que revelaría la ubicación del tesoro, presionó el botón
equivocado, lo cual hizo que lo convirtiera en un gato y la única forma de
recuperar su forma original era destruyendo el reloj, pero si lo hacía perdería
la oportunidad de ganar la competencia.
Las horas pasaban y el duende
Mike empezó a notar que todas las criaturas estaban cambiando de forma a
cualquier animal. Si esto seguía así, al final no podrían regresar a su forma
original, así que el duende Mike decidió romper el reloj. Cuando lo hizo, todos
volvieron a la normalidad, pero Mike perdió la oportunidad de ganar la
competencia.
Todas las criaturas del bosque
volvieron a la normalidad y estaban tan agradecidas con Mike que decidieron
nombrarlo como su adalid. Es cierto, no gano la competencia, pero ganó el honor
de ser el líder de este maravilloso bosque.
Fin
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